Diario de una Barbie + Escalofriantes medidas de esta muñeca.

Me despierto al ritmo de mi canción favorita, abro lentamente los ojos y observo la habitación en penumbra donde paso la mayoría de mi tiempo libre. Está decorada en todos los tonos de rosa, desde pastel hasta el rosa más vivo. Me levanto y voy al baño, me miro en el espejo. Mi pelo rubio está totalmente enredado, con el peine intento quitar los enredos. Cuando finalmente termino me dirijo a mi armario. Miles de prendas diminutas esperan a ser lucidas, los escotes, los pantalones increíblemente ajustados y faldas que parecen cinturones son la ropa que suelo usar. Reconozco que no estoy cómoda con todo con ello, pero me siento  deseada. 

Es la hora de desayunar, me dirijo a la cocina y tomo un vaso de leche desnatada, con cereales integrales, para no engordar. Tengo que ir al instituto, allí me esperarán unas chicas que dicen ser mis amigas, pero que buscan cualquier oportunidad para criticarme o robarme el novio, siempre critican mi cuerpo y eso me molesta.

De camino al instituto unos universitarios pasaron a mi lado, ambos me miraron y cuando creían que no les oía dijeron:

-¡Joder tío! ¿Has visto las tetas de esa muñequita? ¡Qué buena estaba!

-¡Cómo para no fijarme, chaval! ¡Puff, pues si vieras su culo...! A esa me la follaba yo. 

Ambos volvieron la vista hacía mí, y sonrieron cómo tontos, volvieron a reír. Esta escena se repetía todos los días, y la verdad no me gustaba para nada. Muchos chicos  habían hecho apuestas, quien me llevara a la cama ganaba. Poco a poco mi autoestima bajaba más y más, ¿Qué tenía de bueno ser el objeto sexual de los tíos?¿Qué tiene de especial? Al fin llegué al instituto, miles de chicas preciosas reían junto con sus amigos, ningún chico las llamaba ''tías buenas'' tan solo ''Te quiero, Princesa'' Tenía un poco de envidia, no tenían unas curvas de escándalo, ni unos ojos azules enormes, pero eran preciosas, con unos ojos marrones, verdes, o negros, con un pelo castaño, moreno o rubio.
Somos todas perfectas, pensé. Y por una vez en la vida, llevaba razón.

Este pequeño texto se me ocurrió ayer por la noche, no se como surgió, simplemente pensé en todas esas chicas que juegan a ser Barbies, la mayoría ya no son adolescentes, en teoría, gran parte de ellas son de los países del este. Chicas realmente desproporcionadas ponen su vida en peligro por ser deseadas. Y me hice una pregunta ¿Sería yo feliz siendo una Barbie humana? No, para nada.

Las medidas de la Barbie humana son inquietantes, su busto tendría que medir 96 cm, su cintura tan solo 45 y la cadera 83, la Barbie tendría que tener una altura de 1.82 centímetros y  pesar 49 kilos (!)
Muchísimas chicas tienen a la Barbie como modelo perfecto. Yo respeto su opinión, pero no la comparto para nada. Y a vosotras, ¿os gustaría ser Barbies? ¿Porque? Dejadme vuestra opinión en los comentarios ^^

Un beso, LAURA.